D047 Respuesta a la Crisis en Sudán y Apoyo a la Iglesia Episcopal de Sudán
Se resuelve, Que la Convención General lamente el derrocamiento del gobierno civil de transición de Sudán en octubre de 2021, y el posterior estallido, en abril de 2023, de una devastadora guerra civil entre las Fuerzas Armadas de Sudán y la milicia Fuerza de Apoyo Rápido, la cual ha provocado la muerte de decenas de miles de personas, el desplazamiento de casi nueve millones de habitantes, la desintegración de la sociedad civil, el colapso del sistema médico, la interrupción del sistema bancario, grandes daños a las infraestructuras industriales, agrícolas y de otros tipos, incluidas las instalaciones petrolíferas vitales para las economías tanto de Sudán como de Sudán del Sur, y el inminente comienzo de la hambruna que amenaza a aún más personas, con más de 18 millones, según los informes, en situación de inseguridad alimentaria aguda; y asimismo
Se resuelve, Que la Convención General honre la valiente labor de la Iglesia Episcopal de Sudán (Episcopal Church of Sudan, ECS), dirigida por su Arzobispo el Rvdmo. Ezekiel Kondo, sus clérigos y sus laicos, quienes continúan predicando el Evangelio y proporcionando ayuda tangible al pueblo de Sudán en estas terribles circunstancias; y asimismo
Se resuelve, Que la Convención General solicite que nuestro Obispo Presidente envíe saludos en nombre de la Iglesia Episcopal (The Episcopal Church, TEC) al Arzobispo Kondo, asegurándole nuestras continuas oraciones por la Iglesia Episcopal de Sudán, su clero y su pueblo, y nuestros continuos esfuerzos para proporcionar ayuda tangible y abogar por la paz en su nombre; y asimismo
Se resuelve, Que la Convención General autorice a la Oficina de Relaciones Gubernamentales de la Iglesia Episcopal a que fomente los esfuerzos apropiados del gobierno de Estados Unidos e internacionales para lograr un alto al fuego y una paz negociada que resulte en la restauración de un gobierno democráticamente elegido para Sudán, esfuerzos que incluyen, pero no se limitan a los siguientes:
- Compromiso diplomático de alto nivel (a) para persuadir a los países que apoyan a los combatientes con armas, equipos y fondos para que dejen de hacerlo, y (b) para movilizar los fondos y equipos de muchos países que son necesarios para aliviar la inminente hambruna, restablecer la atención médica y reconstruir Sudán.
- Imposición de un embargo completo de armas por parte de las Naciones Unidas para cortar el flujo de material militar a Sudán y a las manos de los combatientes.
- Aplicación de sanciones estadounidenses e internacionales adecuadas (incluidas sanciones secundarias a los terceros participantes de otros países) y controles a la exportación para disuadir a los participantes privados de financiar y proporcionar a los combatientes los medios para continuar el conflicto.
- Según corresponda, el despliegue de fuerzas de mantenimiento de la paz bajo los auspicios de las Naciones Unidas para ayudar a estabilizar la situación y separar a los combatientes.
Y asimismo
Se resuelve, Que la Convención General pida al Obispo Presidente que:
- Designe una temporada de oración a finales de este año por parte de nuestras diócesis, congregaciones, clero y pueblo por la paz en Sudán.
- Fomente las donaciones a la Agencia Episcopal de Beneficencia y Desarrollo (Episcopal Relief and Development, ERD) y a American Friends of the Episcopal Church of the Sudans (AFRECS) para contribuir a este esfuerzo.
Y asimismo
Se resuelve, Que la Convención General ordene al Secretario de la Convención General que envíe una copia de esta Resolución al Honorable Thomas Perriello, Enviado Especial de Estados Unidos para Sudán, y al Honorable Anthony Blinken, Secretario de Estado.