Explicación

Se trata de una declaración audaz y poderosa de compromiso con el cuidado de la buena creación de Dios que anima, faculta y financia el trabajo en curso de las redes de cuidado de la creación en un momento que requiere nuestra atención inmediata a la crisis climática que tenemos ante nosotros.  Esta resolución también proporciona un camino para que las congregaciones, las diócesis, las provincias y las instituciones se comprometan con la Iglesia Episcopal y las redes de cuidado de la creación antes mencionadas para dar respuestas significativas y reflexivas al llamado a ser administradores de “esta tierra frágil, nuestro hogar insular”.  Esperamos que esta resolución lleve a la Iglesia un paso más cerca hacia la neutralidad neta de carbono para 2030.   Y, por último, esta resolución le pide a la Convención General que preste una atención y un apoyo económico considerables a este pilar de las prioridades de la misión, de forma similar a como ha apoyado el Evangelismo y la Lucha contra el Racismo.