Se resuelve, Que esta Convención General elogie los esfuerzos de las Naciones Unidas y los de 190 países que se han comprometido a proteger la biodiversidad y la preservación de las especies; y asimismo

Se resuelve, Que la Convención General respalde el compromiso del gobierno de Estados Unidos de conservar al menos el 30% de las tierras y aguas de este país para el año 2030, de manera coherente con el compromiso de la Iglesia Episcopal de cuidar la creación; y asimismo

Se resuelve, Que la Convención General ordene a la Oficina de Relaciones Gubernamentales que defienda la puesta en práctica de estos esfuerzos de preservación de la biodiversidad y de las especies en Estados Unidos y con otros socios multilaterales e internacionales; y asimismo

Se resuelve, Que para apoyar los compromisos anteriores y mejorar la salud y la resistencia de los ecosistemas en sus comunidades (“biodiversidad”), la Convención General inste a las diócesis, las congregaciones, los campamentos eclesiásticos, las escuelas y otras instituciones de la Iglesia Episcopal a colaborar con sus comunidades locales, incluyendo congregaciones de otras denominaciones, grupos de defensa basados en la fe, organizaciones sin fines de lucro y gobiernos locales y estatales, con el fin de establecer e implementar prácticas efectivas de administración de la tierra para mejorar y proteger la biodiversidad de sus comunidades y de las tierras de la iglesia dentro de estas comunidades; y asimismo

Se resuelve, Que la Convención inste a los líderes de la Iglesia Episcopal, como parte de sus deberes fiduciarios de cuidar las propiedades de la iglesia y proteger la biodiversidad, la salud y la seguridad de las personas que utilizan dichas propiedades, a tomar decisiones sobre el funcionamiento, el mantenimiento, el arrendamiento, los gravámenes, la adquisición o la desinversión de las propiedades de la iglesia, después de una cuidadosa consideración de las problemáticas medioambientales que previsiblemente surjan en relación con dichas propiedades, de modo que se esfuercen por:

Administrar los terrenos y los edificios de la iglesia para dar prioridad

1.  al uso de especies de plantas autóctonas con el fin de ayudar a que prosperen las especies polinizadoras.
    
2. Cuando sea razonablemente factible, recolectar en el lugar las aguas pluviales para su uso en tiempo seco y para reducir los caudales pico de las aguas pluviales fuera del lugar durante el tiempo húmedo.
    
3. Reducir el uso de riego, fertilizantes, pesticidas y equipos alimentados con combustibles fósiles.
    
4. Restaurar las zonas degradadas, incluidos los esfuerzos de reforestación adecuados.
    
5. Aumentar y mejorar el hábitat de la fauna silvestre cuando sea razonablemente factible y coherente con la legislación local correspondiente.

Considerar la colocación de derechos de conservación en terrenos eclesiásticos cuando sea legal, apropiado y eficaz para proteger importantes ecosistemas locales.

Abordar la posible presencia en los edificios de materiales que contengan asbesto, pintura con plomo, plomo en el agua potable, radón, intrusión de vapores tóxicos y moho, sobre todo porque estos pueden afectar a los niños y a otras poblaciones vulnerables.

Abordar el potencial de contaminación con sustancias peligrosas y petróleo derivado del uso actual o pasado de las propiedades. La diligencia indicada por las normas federales para la diligencia inmobiliaria comercial sobre estas problemáticas se encuentra en 40 C.F.R. Parte 312;

Adoptar medidas oportunas y adecuadas para remediar los peligros identificados en dichas propiedades y edificios;

Y asimismo

Se resuelve, Que quienes implementen estas prácticas y políticas para la protección y promoción de la biodiversidad, así como la reducción de los riesgos medioambientales, reporten dichos esfuerzos enviándolos al sitio web del Cuidado de la Creación para proporcionar así información utilizable y plantillas para Congregaciones, Diócesis, Provincias y para el ministerio del Cuidado de la Creación de la Iglesia Episcopal.