C013 Migración con Dignidad
La Diócesis del Norte de California ha estado a la vanguardia de las problemáticas de los inmigrantes con la reciente llegada de solicitantes de asilo desplazados desde Texas. Hemos participado en su acogida a través de la Catedral de la Trinidad y de nuestra asociación con Sacramento ACT.
La resolución ante la 112ª Convención de la Diócesis del Norte de California se propone en solidaridad con otras Diócesis Episcopales. Fomenta la adopción del marco de Migración con Dignidad, creado en respuesta a la migración climática, pero cada vez más reconocido como necesario a medida que aumenta la migración en todo el mundo. Esta resolución reafirma y actualiza el antiguo compromiso de la Iglesia Episcopal con los derechos humanos en lo que respecta al trato justo de los refugiados, los solicitantes de asilo y todos los migrantes.
La resolución se basa en las Escrituras.
Antiguo Testamento: “Cuando un extranjero resida con ustedes en la tierra de ustedes, no lo oprimirán. Como a un natural de ustedes considerarán al extranjero que resida entre ustedes. Lo amarás como a ti mismo, porque extranjeros fueron ustedes en la tierra de Egipto. Yo, el SEÑOR, su Dios” (Levítico 19:33-34).
Nuevo Testamento: “No se olviden de la hospitalidad porque por esta algunos hospedaron ángeles sin saberlo” (Hebreos 13:2).
El marco de Migración con Dignidad se ha desarrollado en previsión del aumento de la migración debido al cambio climático. En el centro de estos principios se encuentra el compromiso con la dignidad humana. Este marco incluye los siguientes principios:
- Derecho universal de movimiento conforme a la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (Universal Declaration of Human Rights, UDHR), el cual incluye la libertad de salir del país de origen y regresar a él, y la libertad de movimiento dentro del país de origen o de establecimiento (Artículo 13 de dicha Declaración).
- Derecho a la seguridad: frente a la violencia sexual, incluidas la violación y la explotación sexual, la trata de seres humanos, la esclavitud, el trabajo forzado y la detención arbitraria y abusiva.
- El derecho a la igualdad, que incluye 1) igualdad de trato sin discriminación ante la ley por motivos de color, sexo, idioma, religión, afiliación política, origen nacional o discapacidad; y 2) igualdad de oportunidades para la movilidad ascendente.
- Derecho a una calidad de vida básica, incluidos los derechos al empleo, a la vivienda y a la alimentación.
- Derecho a tener acceso a servicios como la atención médica, la educación y la representación legal.
- Derechos civiles y políticos que garanticen el derecho a la identidad, al uso del propio idioma y a la libertad de expresión y religión.
Estos seis elementos están en consonancia con la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas y pueden derivarse de ella. La Iglesia Episcopal ha apoyado firmemente esta declaración histórica desde que fue proclamada inicialmente en la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948.
La resolución también concuerda y apoya posiciones clave de la Comunión Anglicana. Como se establece en el Llamado de Lambeth de 2022 sobre la Dignidad Humana, las acciones contra la dignidad humana de los hijos de Dios, incluidas las que se realizan contra los inmigrantes y refugiados, son pecados, y la hospitalidad hacia todos y la fidelidad a cada uno son marcas clave de una comunidad piadosa (1 Pedro 4:8-10).
La resolución, en su conjunto, define una respuesta innovadora y muy necesaria al creciente desafío de la migración mundial. Los malos tratos graves y serios a minorías étnicas, migrantes y refugiados van actualmente en aumento, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo, en medio de una migración sin precedentes a través de las fronteras internacionales. La cantidad de migrantes internacionales aumentó a 281 millones en 2020, lo cual significa que el 3.6% de la población mundial vivió fuera de su país de origen ese año, según la Organización Internacional para las Migraciones (International Organization for Migration, OIM) de la Organización de las Naciones Unidas.
Documentos de Apoyo:
La Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU
Llamado de Lambeth a la Dignidad Humana de 2022
Nota: esta resolución o su explicación contienen referencias externas, como URL de sitios web, que podrían no estar traducidos a los idiomas requeridos por la Convención General. Debido a restricciones en materia de derechos de autor, la Convención General no puede proporcionar traducciones. Sin embargo, es posible que su navegador pueda proporcionarle una traducción automática a otro idioma. Si necesita ayuda al respecto, escriba a [email protected].
Explicación
La Diócesis del Norte de California ha estado a la vanguardia de las problemáticas de los inmigrantes con la reciente llegada de solicitantes de asilo desplazados desde Texas. Hemos participado en su acogida a través de la Catedral de la Trinidad y de nuestra asociación con Sacramento ACT.
La resolución ante la 112ª Convención de la Diócesis del Norte de California se propone en solidaridad con otras Diócesis Episcopales. Fomenta la adopción del marco de Migración con Dignidad, creado en respuesta a la migración climática, pero cada vez más reconocido como necesario a medida que aumenta la migración en todo el mundo. Esta resolución reafirma y actualiza el antiguo compromiso de la Iglesia Episcopal con los derechos humanos en lo que respecta al trato justo de los refugiados, los solicitantes de asilo y todos los migrantes.
La resolución se basa en las Escrituras.
Antiguo Testamento: “Cuando un extranjero resida con ustedes en la tierra de ustedes, no lo oprimirán. Como a un natural de ustedes considerarán al extranjero que resida entre ustedes. Lo amarás como a ti mismo, porque extranjeros fueron ustedes en la tierra de Egipto. Yo, el SEÑOR, su Dios” (Levítico 19:33-34).
Nuevo Testamento: “No se olviden de la hospitalidad porque por esta algunos hospedaron ángeles sin saberlo” (Hebreos 13:2).
El marco de Migración con Dignidad se ha desarrollado en previsión del aumento de la migración debido al cambio climático. En el centro de estos principios se encuentra el compromiso con la dignidad humana. Este marco incluye los siguientes principios:
- Derecho universal de movimiento conforme a la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (Universal Declaration of Human Rights, UDHR), el cual incluye la libertad de salir del país de origen y regresar a él, y la libertad de movimiento dentro del país de origen o de establecimiento (Artículo 13 de dicha Declaración).
- Derecho a la seguridad: frente a la violencia sexual, incluidas la violación y la explotación sexual, la trata de seres humanos, la esclavitud, el trabajo forzado y la detención arbitraria y abusiva.
- El derecho a la igualdad, que incluye 1) igualdad de trato sin discriminación ante la ley por motivos de color, sexo, idioma, religión, afiliación política, origen nacional o discapacidad; y 2) igualdad de oportunidades para la movilidad ascendente.
- Derecho a una calidad de vida básica, incluidos los derechos al empleo, a la vivienda y a la alimentación.
- Derecho a tener acceso a servicios como la atención médica, la educación y la representación legal.
- Derechos civiles y políticos que garanticen el derecho a la identidad, al uso del propio idioma y a la libertad de expresión y religión.
Estos seis elementos están en consonancia con la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas y pueden derivarse de ella. La Iglesia Episcopal ha apoyado firmemente esta declaración histórica desde que fue proclamada inicialmente en la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948.
La resolución también concuerda y apoya posiciones clave de la Comunión Anglicana. Como se establece en el Llamado de Lambeth de 2022 sobre la Dignidad Humana, las acciones contra la dignidad humana de los hijos de Dios, incluidas las que se realizan contra los inmigrantes y refugiados, son pecados, y la hospitalidad hacia todos y la fidelidad a cada uno son marcas clave de una comunidad piadosa (1 Pedro 4:8-10).
La resolución, en su conjunto, define una respuesta innovadora y muy necesaria al creciente desafío de la migración mundial. Los malos tratos graves y serios a minorías étnicas, migrantes y refugiados van actualmente en aumento, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo, en medio de una migración sin precedentes a través de las fronteras internacionales. La cantidad de migrantes internacionales aumentó a 281 millones en 2020, lo cual significa que el 3.6% de la población mundial vivió fuera de su país de origen ese año, según la Organización Internacional para las Migraciones (International Organization for Migration, OIM) de la Organización de las Naciones Unidas.
Documentos de Apoyo:
La Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU
Llamado de Lambeth a la Dignidad Humana de 2022
Nota: esta resolución o su explicación contienen referencias externas, como URL de sitios web, que podrían no estar traducidos a los idiomas requeridos por la Convención General. Debido a restricciones en materia de derechos de autor, la Convención General no puede proporcionar traducciones. Sin embargo, es posible que su navegador pueda proporcionarle una traducción automática a otro idioma. Si necesita ayuda al respecto, escriba a [email protected].