A036 Enmendar los Cánones para Utilizar la Terminología Común Aprobada para Describir la Labor contra el Racismo
En 2018, la Iglesia Episcopal hizo un cambio significativo en su lenguaje y enfoque para abordar cuestiones de justicia e igualdad racial. Este cambio implicó pasar del uso del término “antirracismo” al término “desmantelamiento del racismo y logro de la justicia racial y la sanación”, como se indica en la resolución 2018 B004 Instar a una Terminología Común para Describir el Trabajo Antirracista, aprobada en la Convención General de la Iglesia Episcopal y el Episcopado del Obispo Michael Curry. Este cambio refleja una evolución sutil en la forma de entender el trato de las desigualdades raciales y el fomento de la inclusividad en el contexto de la iglesia y la sociedad en su conjunto. Nuestros Cánones deben reflejar este cambio como una forma de dar a conocer ampliamente que la Iglesia está comprometida a vivir en esta obra más amplia.
La Resolución 2018-B004 reconoce que el término “antirracismo” se ha utilizado ampliamente para describir los esfuerzos destinados a desmantelar el racismo y los prejuicios sistémicos. Sin embargo, se reconoció que el término a veces podía conllevar connotaciones de oposición o confrontación, que podrían no captar plenamente la naturaleza holística y transformadora del trabajo necesario para abordar las disparidades raciales.
La adopción del término “desmantelamiento del racismo y logro de la justicia y la sanación racial” significa un enfoque más amplio y abarcador para abordar las cuestiones raciales. “Desmantelamiento del racismo y logro de la justicia y la sanación racial” implica no solo combatir el racismo, sino trabajar activamente por la sanación, la comprensión y la creación de un sentimiento de unidad entre comunidades diversas. Este enfoque reconoce la dolorosa historia de la opresión racial e intenta emprender un proceso de reconocimiento, arrepentimiento, perdón y curación.
El cambio a la expresión “desmantelamiento del racismo y logro de la justicia y la sanación racial” también concuerda con la forma en que la Iglesia Episcopal entiende su misión y sus valores. La Iglesia se considera una comunidad de fe llamada a promover la justicia, la compasión y la reconciliación en el mundo. Al utilizar el término “reconciliación”, la Iglesia subraya su compromiso de fomentar la comprensión mutua, el diálogo y la colaboración entre personas y comunidades que han estado históricamente divididas por disparidades raciales.
La Resolución 2018-B004 significa el deseo de la Iglesia Episcopal de ir más allá del activismo superficial y confrontar las raíces más profundas de la injusticia racial. La adopción de la expresión “desmantelamiento del racismo y logro de la justicia y la sanación racial” pone de relieve la dedicación de la iglesia a abordar las injusticias históricas, promover la sanación y establecer relaciones de confianza y respeto entre todos sus miembros. Cabe señalar que este cambio de terminología no niega la importancia de oponerse activamente al racismo. Por el contrario, subraya que la labor de abordar las disparidades raciales implica algo más que oponerse al racismo; implica fomentar relaciones genuinas, reconocer la humanidad compartida y buscar un terreno común en aras de una sociedad más justa e integradora.
Explicación
En 2018, la Iglesia Episcopal hizo un cambio significativo en su lenguaje y enfoque para abordar cuestiones de justicia e igualdad racial. Este cambio implicó pasar del uso del término “antirracismo” al término “desmantelamiento del racismo y logro de la justicia racial y la sanación”, como se indica en la resolución 2018 B004 Instar a una Terminología Común para Describir el Trabajo Antirracista, aprobada en la Convención General de la Iglesia Episcopal y el Episcopado del Obispo Michael Curry. Este cambio refleja una evolución sutil en la forma de entender el trato de las desigualdades raciales y el fomento de la inclusividad en el contexto de la iglesia y la sociedad en su conjunto. Nuestros Cánones deben reflejar este cambio como una forma de dar a conocer ampliamente que la Iglesia está comprometida a vivir en esta obra más amplia.
La Resolución 2018-B004 reconoce que el término “antirracismo” se ha utilizado ampliamente para describir los esfuerzos destinados a desmantelar el racismo y los prejuicios sistémicos. Sin embargo, se reconoció que el término a veces podía conllevar connotaciones de oposición o confrontación, que podrían no captar plenamente la naturaleza holística y transformadora del trabajo necesario para abordar las disparidades raciales.
La adopción del término “desmantelamiento del racismo y logro de la justicia y la sanación racial” significa un enfoque más amplio y abarcador para abordar las cuestiones raciales. “Desmantelamiento del racismo y logro de la justicia y la sanación racial” implica no solo combatir el racismo, sino trabajar activamente por la sanación, la comprensión y la creación de un sentimiento de unidad entre comunidades diversas. Este enfoque reconoce la dolorosa historia de la opresión racial e intenta emprender un proceso de reconocimiento, arrepentimiento, perdón y curación.
El cambio a la expresión “desmantelamiento del racismo y logro de la justicia y la sanación racial” también concuerda con la forma en que la Iglesia Episcopal entiende su misión y sus valores. La Iglesia se considera una comunidad de fe llamada a promover la justicia, la compasión y la reconciliación en el mundo. Al utilizar el término “reconciliación”, la Iglesia subraya su compromiso de fomentar la comprensión mutua, el diálogo y la colaboración entre personas y comunidades que han estado históricamente divididas por disparidades raciales.
La Resolución 2018-B004 significa el deseo de la Iglesia Episcopal de ir más allá del activismo superficial y confrontar las raíces más profundas de la injusticia racial. La adopción de la expresión “desmantelamiento del racismo y logro de la justicia y la sanación racial” pone de relieve la dedicación de la iglesia a abordar las injusticias históricas, promover la sanación y establecer relaciones de confianza y respeto entre todos sus miembros. Cabe señalar que este cambio de terminología no niega la importancia de oponerse activamente al racismo. Por el contrario, subraya que la labor de abordar las disparidades raciales implica algo más que oponerse al racismo; implica fomentar relaciones genuinas, reconocer la humanidad compartida y buscar un terreno común en aras de una sociedad más justa e integradora.