A031 Traducir los Recursos de Conciliación al Español
1 Corintios 14:9-13 dice:
“Así también ustedes, si mediante la lengua no producen palabras comprensibles, ¿cómo se entenderá lo que se dice? Porque estarán hablando al aire. 10 Hay, por ejemplo, tanta diversidad de idiomas en el mundo; y ninguno carece de significado. 11 Por eso, si yo desconozco el significado del idioma, seré como extranjero al que habla, y el que habla será como extranjero para mí. 12 Así también ustedes; puesto que anhelan los dones espirituales, procuren abundar en ellos para la edificación de la iglesia. 13 Por eso, quien habla en una lengua, pida en oración poderla interpretar”.
¿Por qué, en efecto, si la Iglesia les habla a aquellos para quienes el inglés no es su lengua materna, cómo van a saber lo que hemos dicho? ¿Cómo podemos ser una sola Iglesia? Como dice el pasaje, estamos llamados a interpretar lo que decimos.
Dado que el inglés y el español son sin duda los idiomas más utilizados, sus traducciones son increíblemente cruciales para la vida de la Iglesia. La Resolución 1988-A035 de la Convención General “Animar a las Provincias de habla hispana a traducir los documentos de la Iglesia”, anima a las Provincias de habla hispana a traducir los documentos de la Iglesia. La Iglesia la ha considerado insuficiente e injusta. Varias Resoluciones de la Convención General (entre ellas 2018-A070 Crear nuevas traducciones del Libro de Oración Común de 1979, y 2018-C024 Proponer un proceso para las traducciones litúrgicas) fueron aprobadas con el objetivo de traducir al español diversos recursos litúrgicos. Algo de esto se ha conseguido. Sin embargo, las conversaciones con el personal de las sedes de las iglesias han revelado que la financiación es insuficiente para completar estas traducciones y que ninguna de ellas proporciona fondos para traducir recursos en torno al desmantelamiento del racismo y la consecución de la justicia y la sanación raciales. Esta resolución pide que la Iglesia se mantenga fiel a las enseñanzas de Dios y a su compromiso de traducir los documentos clave, centrándose en los relacionados con la reconciliación racial, para que toda la Iglesia pueda realizar la labor fundamental de desmantelar el racismo y lograr la justicia y la sanación raciales.
Explicación
1 Corintios 14:9-13 dice:
“Así también ustedes, si mediante la lengua no producen palabras comprensibles, ¿cómo se entenderá lo que se dice? Porque estarán hablando al aire. 10 Hay, por ejemplo, tanta diversidad de idiomas en el mundo; y ninguno carece de significado. 11 Por eso, si yo desconozco el significado del idioma, seré como extranjero al que habla, y el que habla será como extranjero para mí. 12 Así también ustedes; puesto que anhelan los dones espirituales, procuren abundar en ellos para la edificación de la iglesia. 13 Por eso, quien habla en una lengua, pida en oración poderla interpretar”.
¿Por qué, en efecto, si la Iglesia les habla a aquellos para quienes el inglés no es su lengua materna, cómo van a saber lo que hemos dicho? ¿Cómo podemos ser una sola Iglesia? Como dice el pasaje, estamos llamados a interpretar lo que decimos.
Dado que el inglés y el español son sin duda los idiomas más utilizados, sus traducciones son increíblemente cruciales para la vida de la Iglesia. La Resolución 1988-A035 de la Convención General “Animar a las Provincias de habla hispana a traducir los documentos de la Iglesia”, anima a las Provincias de habla hispana a traducir los documentos de la Iglesia. La Iglesia la ha considerado insuficiente e injusta. Varias Resoluciones de la Convención General (entre ellas 2018-A070 Crear nuevas traducciones del Libro de Oración Común de 1979, y 2018-C024 Proponer un proceso para las traducciones litúrgicas) fueron aprobadas con el objetivo de traducir al español diversos recursos litúrgicos. Algo de esto se ha conseguido. Sin embargo, las conversaciones con el personal de las sedes de las iglesias han revelado que la financiación es insuficiente para completar estas traducciones y que ninguna de ellas proporciona fondos para traducir recursos en torno al desmantelamiento del racismo y la consecución de la justicia y la sanación raciales. Esta resolución pide que la Iglesia se mantenga fiel a las enseñanzas de Dios y a su compromiso de traducir los documentos clave, centrándose en los relacionados con la reconciliación racial, para que toda la Iglesia pueda realizar la labor fundamental de desmantelar el racismo y lograr la justicia y la sanación raciales.