A017 Creación de un Puesto de Director de Ministerios LGBTQI y de la Mujer

Esta resolución se remitió de la 80a Convención General. Fue propuesta por el Rvdo. Dr. Cameron Partridge y recomendada por la Sra. Sarah Lawton, la Sra. Laura Russell y el Rvdo. Devon Anderson, se incluyó en la lista como 2022-D096 y se remitió al Comité Legislativo 14 sobre Formación Cristiana y Discipulado.

 

La Iglesia Episcopal necesita una persona centralizada en el personal de toda la Iglesia para apoyar los ministerios de las mujeres y de las personas de diversos géneros y sexualidades en toda la Iglesia, y para llamar a la Iglesia a trabajar juntos para eliminar el sexismo, la homofobia, la bifobia y la transfobia.

Cuando se eliminó el puesto comúnmente conocido como “Escritorio de la Mujer”, la Iglesia Episcopal perdió un lugar al que las mujeres podían acudir cuando buscaban ayuda en cuestiones de igualdad de género. Dejó de existir un depósito de datos sobre la igualdad de género, un “tablero de control” humano de programas para la igualdad de género, o un lugar para hacer preguntas acerca de las mujeres en la iglesia. Aunque siguen existiendo otros cargos, nunca se ha vuelto a crear un puesto dedicado a los asuntos de la mujer. Además, la Iglesia nunca ha financiado un puesto que atienda específicamente a la necesidad continua y acuciante de equipar a nuestra iglesia para mantener los ministerios de y con las personas LGBTIQ+. En nuestras congregaciones hay personas de diversos géneros y sexualidades y sus familias como líderes laicos y ordenados, pero tienen experiencias muy desiguales. Algunos reciben un sólido apoyo, mientras que otros experimentan una profunda falta de comprensión y reconocimiento. Especialmente en este momento en el que múltiples estados están aprobando las llamadas leyes “no digas gay”, así como la legislación que impide a los jóvenes transgénero, especialmente a las chicas transgénero, acceder a los deportes o a la atención médica de afirmación de género, necesitamos un esfuerzo centralizado para apoyar y equipar a las personas LGBTIQ+ y especialmente a las transgénero y no binarias en todos los niveles de la vida de la iglesia.

A lo largo de este trienio, el Grupo de Trabajo para Estudiar el Sexismo en la Iglesia Episcopal y Desarrollar la Capacitación contra el Sexismo constató continuamente la necesidad de que hubiera un esfuerzo más consolidado en materia de datos en torno a las cuestiones de la mujer. Lo mismo puede decirse de las personas de diversos géneros y sexualidades.

Desde la falta de datos en el liderazgo laico, hasta las plantillas para los procesos de búsqueda equitativa, pasando por cómo encontrar apoyo para la igualdad de género, no existe una ubicación central ni una persona que coordine estas áreas. Pedimos a las diócesis que creen planes para garantizar la igualdad de las mujeres y de las personas de diversos géneros y sexualidades, pero no hay personal que les ayude. Si queremos acabar con el sexismo, la transfobia, la homofobia y la bifobia, debemos crear una respuesta coordinada junto con datos precisos. La Iglesia Episcopal está comprometida con la igualdad de las mujeres y las personas LGBTIQ+ y, por lo tanto, debería financiar a una persona, no solo para mostrar su compromiso, sino para ayudar a empoderar a las mujeres y a las personas de diversos géneros dentro de la iglesia.